martes, 14 de febrero de 2017

Simple

Cuando estamos en la más absoluta oscuridad llega un momento en el que no diferencias si tienes los ojos cerrados o abiertos, no se distingue nada más allá, dudas de tu propia existencia.
Puedes ir hacia delante o esperar a que algo pase, puedes mantener los ojos cerrados para enfrentarte a esa oscuridad o puedes abrirlos y buscar una luz, de hecho debes abrir los ojos y encontrar esa luz. Encontrar una solución, un porqué de esa oscuridad, quizá no exista un porqué, pero debes salir de ella, sin miedo, afrontando los errores, aunque cueste, haciendo tu propio camino hasta encontrar la luz.

Después de veinte años estoy abriendo los ojos, entendiendo mi silencio.



domingo, 5 de junio de 2016

Promesa

Algo dentro de mí me dice que las cosas no van del todo bien, me estoy dando cuenta ahora cuando hacía años que había algo mal en mi interior. 
No sabría decir el momento exacto en el que todo fue a peor, en que la vida comenzó a torcerse y fue cada vez más dura, más difícil, una prueba detrás de otra.
Ahora lo siento todo, inspiro profundamente y dejo soltar todo el aire lentamente para no comenzar a llorar, sería una marcha atrás, sé que dicen que es bueno llorar, soltarlo todo, pero hoy no lo haré, porque debo luchar, debo ser fuerte e ir a por todas.
Ha sido un camino difícil, muchas veces he tomado la decisión de cambiar pero nunca lo he hecho realidad, siempre algo ha obstaculizado mi camino, haciéndome caer una y otra vez, dejándome por los suelos sin saber si levantarme o quedarme tirada en el suelo llorando otra vez por lo que no pudo ser, por incumplir de nuevo mi promesa.
Las lágrimas asaltan mis ojos, aparto la mirada del portátil y acaba la canción.  



Esta noche, pienso en ti.

Ese abrazo que no quería que terminara.
Esa noche, cómo olvidar esa noche, donde la luna nos iluminaba avergonzada.
Esos ojos...cómo añoro esos ojos que desbordaban tus sentimientos.
Esa sensación al verlos rebosar pasión, al ver como pedían que me quedara para siempre.
Y dónde dejamos esos besos, esos besos que no se pueden describir, que empiezan con cuidado, delicadamente y siguen dejándose llevar por la locura.
Pero, ¿y tú sonrisa? Qué puedo decir de tu sonrisa. Esa dulce y tierna sonrisa que hacías mientras me mirabas para que yo, sin tú saber nada, me derritiera por dentro.
Ese dolor que siento al ver que no estás, que no estás al lado cuando despierto.
Ese dolor que me mata.

domingo, 23 de febrero de 2014

Soledad.

Bajé la cabeza para que no viera mis lágrimas, cubrí mis muñecas con las mangas del jersey desgastado.
No podía mirarlo a la cara, seguro que estaba decepcionado, triste, preocupado e incluso enfadado.

Con un suave movimiento me levantó un poco la cara hasta que mis ojos se encontraron con los suyos. 
"Lo superaremos juntos" me susurró y solo después de eso me abrazó.




martes, 31 de diciembre de 2013

Relato

Esa mujer posada en su desgracia, quien se la vea.
Con el rostro cabizbajo al lado de su difunto marido.
Un alma vagabunda le susurra: "Observa a este pobre insensato que no quiso vivir, míralo bien porque quizás sea la única muerte que veas más".
La esposa escruta el semblante de su marido: su tez blanca, sus ojos cerrados, tal vez una leve sonrisa, quién lo sabe.
Su rostro solo demuestra paz, no existe un signo de arrepentimiento ni dolor, solo un pesar, el de no haberlo hecho antes.
Ella no puede dejar de pensar que sus sufrimientos habían llegado a su fin. 
No vería más la cara de su esposo bañada en la agonía. No escucharía sus constantes vitales decaer cada día más, ni los gritos de dolor.
A pesar de haber cumplido con el deseo de su amado, su amor se había marchitado. 
"No se puede hacer amor con una sola persona" pensaba.
Se fue, solitario, apenada y no paró de andar cuando llegó a los bordes de aquel puente.
Allí se fue su vida, atada y dependiente a la de él, incluso hasta después de la dulce muerte. 

lunes, 9 de diciembre de 2013

Soledad

¿Quién me cuidó cuando estaba mal?
¿Quién estuvo a mi lado cuando lloraba?
¿Quién oyó mis gritos en la oscuridad?
¿Quién vio a través de mis ojos el dolor?
¿Y a través de mi sonrisa?
Cómo puede ser tan triste contestar que nadie lo hizo.


jueves, 14 de noviembre de 2013

Tristeza

Altas horas de la noche, ella echada en la cama, con las muñecas cubiertas de sangre tapando las cicatrices, ahora de nuevo, abiertas. Solamente piensa: "¿esto es normal?"
Muere lento, muere por esas cicatrices que cada día le recuerdan lo miserable que es.