Bajé la cabeza para que no viera mis lágrimas, cubrí mis muñecas con las mangas del jersey desgastado.
No podía mirarlo a la cara, seguro que estaba decepcionado, triste, preocupado e incluso enfadado.
Con un suave movimiento me levantó un poco la cara hasta que mis ojos se encontraron con los suyos.
"Lo superaremos juntos" me susurró y solo después de eso me abrazó.

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