Puedes ir hacia delante o esperar a que algo pase, puedes mantener los ojos cerrados para enfrentarte a esa oscuridad o puedes abrirlos y buscar una luz, de hecho debes abrir los ojos y encontrar esa luz. Encontrar una solución, un porqué de esa oscuridad, quizá no exista un porqué, pero debes salir de ella, sin miedo, afrontando los errores, aunque cueste, haciendo tu propio camino hasta encontrar la luz.
Después de veinte años estoy abriendo los ojos, entendiendo mi silencio.